NOTA

Los domingos tienen ese no se qué, que hacen que la inspiración brote, abrazada a las tazas de café con leche. Los domingos son mis mejores días de escritor.

Cortinas al viento.

Hay puertas, hay ventanas, 

hay ojos que te miran

como si fueras un monstruo

(y lo peor es que 

si los miras bien, 

los monstruos son ellos),

Hay escaleras con control remoto, 

y pensamientos que remotamente

se parecen a las cosas que pasaron

un verano anterior.

Hay tarde de domingo, hay fútbol, 

hay un abrazo que se corta

cada vez que intento 

adivinar que pensas. 

Pero sobre todas las cosas

hay mensajes sin receptor, 

hay una voz que te grita cosas, 

y vos como si nada pasara,

aconsejas que mejor no hablar

de lo que al otro no le importa. 

Querido Diario (Capítulo 1)

Incluso cuando sé que las cosas son para mejor, cuando lo que se vive es una transición a algo mejor, incluso aunque sepa que no puede ser que esto dure para siempre, cuando te hago una listita con las cosas que hago mal, y la repito una y otra vez en la mente, hasta cansarme, hasta no poder dormir, y a su vez también loopeo los posibles caminos para ser la que quiero ser, y me encuentro cansada de hacerme sufrir, de hacer sufrir, etc. A pesar de saber que no se puede vivir en una telenovela vía Internet, que la vida real es una sola, y no puede ser una sucesión de días que pasan consecutivamente iguales, grises, sin nada nuevo que contar. La cuestión es dedicarse a los pequeños cambios, la cuestión, es, una vez mas, respirar y seguir, pero respirar bien bien profundo, cosa de nunca olvidarse de esa inspiración, de ese momento, de ese día, de todos los días. Yo ya no sé que hacer con tantas cosas que guardo en la cabeza, pero quiero que fluyan, entonces de alguna manera tendrán que salir. Hagamos soles de las gotas de lluvia, hagamos de las nubes oscuras días llenos de amor, hagamos de todo este drama una linda historia de amor, hagamos de la monotonía un cuento diferente. Y entonces, cuando eso pase, la muerte y sus consecuencias se alejaran de mis vidas, y todo lo demás saldrá naturalmente.

De día

No es que al final

me declare 

conformista, 

es que a veces 

soy tan feliz

con tan poco.

(ciclotimia de domingo, 

mucho cuidado).

Sin Nombre

En la imprecisa mirada
de planetas que aun no existen,
de ciudades imaginarias,
de personas color rosa,
de plantas que hablan,
de piedras que flotan
en nuestras cabezas.
En la absurda confusión
de una persona que era yo,
de otra persona que sos vos,
de un tiempo que no es mio,
de un lugar al que no pertenezco,
de una cama prestada
que se rompe.

Inventé entre mis cosas
un orden cósmico y trascendental,
pinté de violeta cada instante,
y lo guarde en una cajita, con candado.
Me adueñé de las risas
de la niña que fui,
y me encargo cada día de ser eterna.

Guirnaldas de fuego,
noches en vela,
la espera del amor
que no llega,
los lugares comunes
que también
se quedaron sin vos.

No sos la que eras,
no caminas desnuda
por los jardines de azufre,
no te quemas los pies
con las lagrimas rotas.
Ya no sos la que eras,
y no esta mal que tengas
un poco de orgullo.
Por que finalmente
todos somos futuros cadáveres,
y no esta mal regocijarse
en el tiempo que aun nos queda.