El dosmildoce fue un año de mierda.

El dosmildoce fue un año de mierda.
El dosmildoce tendría que haber sido
tu último año.
Por siempre. 
El dosmilquince pintaba
medio todo mal, 
pero me las estoy arreglando.

Veo rulos y me agarra
una especie de panic attack,
panico escenico,
de tener que transformarme
en esa a la que no le importa
nada de nada de todo de vos.

Cambié los muebles de lugar,
mi cama ya no es tu cama.
Tiré tu cepillo de dientes, 
aún no puedo tirar tu ropa,
ni tu pequeña muerte,
ni tu ausencia.

Estuve escuchando canciones
de esas que hacen llorar.
Será porque era domingo,
o porque aún conservo
ese costado masoquista
medio pelotudo
que me contagié de vos.
Será que me cuesta un montón
aceptar que me equivoqué,
y que me inventé un vos
que no tiene tu nombre.

Veo rulos, heart attack,
veo minitas
y me imagino
que te las cojiste a todas,
me imagino
que no me alcanza el tiempo
para aceptar
que al final me rompiste el corazon,
pero como dice Ernest,
debería volverme fuerte
en las partes rotas.

Me inventé un mantra
que repito a diario:
quiero olvidarte
y no pensar mas en vos.
quiero olvidarte
y no pensar mas en vos.
quiero olvidarte
y no pensar mas en vos.
quiero que no me importes
quiero no verte mas.
amen.